martes, 11 de mayo de 2010

Navegando

                                Mi velero va sin rumbo,
                                en un mar enfurecido;
                                mis brazos se extienden en el aire
                                abrazando al vacío.

                                Mis pies no tocan tierra,
                                lejana y prisionera de los hombres.
                                Más un día pisé tierra firme
                                y se perdieron los colores.

                               Sigo en mar, pues la tierra no es de nadie;
                               navegando entre aguas y sonrisas,
                               letras y cuadernos,
                               sabor a sal y música de olas.

                               Cuando la tierra sea libre,
                               entonces... volveré a ponerme los zapatos.

Corazón, corazón

Recordado a menudo.
Hablando de sentimientos
siempre el gran protagonista.
Fantaseamos con que se agrieta,
se llena ,se rompe o incluso, nos lo roban.
Lo cierto es que está presente en cada momento
y canta latidos.

domingo, 2 de mayo de 2010

Oda a la bicicleta

Compañera de mis dias,
de viajes, de trabajo, de canguro.
Siempre a mi lado, a mi ritmo,
con la pintura levantada por la lluvia
¡cuántas noches habrás dormido en la calle! .
Si alguna vez te enfadas, te pasa pronto;
me paro, te doy algún mimo
y sigo pedaleando.
Todo... para acabar atada a un árbol,
Querida bicicleta.

miércoles, 14 de abril de 2010

Suicidio en rojo

                   Puede que este sea el antídoto,
                   el final o quizás el descanso.
                   Muerte en vida de quién se mata,
                   poquito a poquito,
                   sin dejar rincón de luz,
                   con perseverancia.
                   Invasión de miedos,
                   .-“no puedo, no soy capaz, me lamento,
                   no arranco, me rindo…”.-
                   ¡¡A eso, a caso, no se le llama suicidio!!
                   ¿Mejor muerta que vive que viva que muere?

domingo, 11 de abril de 2010

Gerónimo


Cabellos dorados.
Suave caminar y amables gestos;
Esperanza de ojos, perdidos pero encontrados.
Propio hombre,
propio nombre.
Caricias aterciopeladas bajo el sol,
besos convertidos en Luna,
complicidad bajo brazos y pies;
encantador de encantadores,
Mago de vida,
dulce Gerónimo.

En el autobús















Puntual en un margen de diez minutos,
alzo la mano y paso mi trozito de plástico,
ese que te permite disfrutar del trayecto.
Busco un hueco en el que poder sentarme,
mientras, voy agarrándome a las barras por el vaivén,
a días, comparable a una atracción de feria.
Me siento y noto como los brazos de mi compañera de asiento se encojen...
diría que la regla es no tocarse ni rozarse.
Entre todos nos miramos sin mirarnos,
cada uno absorto en una cosa,
la ventana, la música, el diario, gafas de sol oscuras..
Llega mi parada, toco el timbre
y, ya de pié, intento mantener el equilibrio en el frenazo.
Se abren las puertas
y aterrizo en la acera,
he llegado a mi destino.
Mañana... a la misma hora